¿Zona de Confort?

Una y otra vez escuchaba la frase "no querés salir de tu zona de confort" y me cuestionaba cómo podían llamarla así a una zona que te tiene prisionero.

La comodidad no siempre es sinónimo de placer.

Una parte de tu alma se ve sacrificada por no querer enfrentar eso a lo que tanto le teme.

Pero como todo en la vida, poder enfrentar los miedos es un proceso y solo se logra si lo hacés de manera consciente.

Se requiere de valor para mirar de frente a esa creencia que te impide moverte de donde estas. Y mayor valentía aún, ser capaz de cambiarla, reemplazarla por una nueva que de lugar a nuevos escenarios, nuevos paisajes.

Es que son las creencias las que no dejan de gobernar tus acciones y muchas de ellas se generaron en instancias de tu vida en las que sí fueron funcionales y hasta necesarias. Sin embargo, no todas deben permanecer. No deben ser inmutables, sólo aquellas que guardan la combinación de verdad y bien son las que resplandecen en tu alma para enaltecer la esencia de su belleza. Esa belleza que te hace conocer la magia oculta que hay en todas las cosas.

Todas las demás deben ser cuestionadas y puestas a prueba una por una para distinguirlas de aquellas que sólo son el reflejo de una imposición. Aferrarte a ellas es pretender estar en el lugar seguro, es tener la ilusa idea de que ahí todo está bajo control.

¿Eso es confortable? ¡No! Eso es una mentira a la que te aferrás por una sola razón, tus miedos.

Llegará el día  en que vas a descubrir que no tenés alternativa y simplemente emprendes el viaje porque el paisaje que estas mirando ya fue suficiente y entendés que el movimiento es el mayor de todos los signos de vida y es exactamente lo que tu alma aclama...

No dejes de emprender tu Travesía porque de eso se trata VIVIR

Sabrina Isabel

Travesía Ukele

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