El Año Peculiar




¿Qué podría contar del año tan peculiar que vivimos? ¿Qué puedo decir de los procesos escolares y terapéuticos de Nachito! ¿Cómo podría explicarles todo lo vivido? Sin dudas no me alcanzarían las palabras para contarles lo impresionante que fue ver cada uno de los procesos de Nacho. Nunca hubiese imaginado que sobreviviríamos sin la visita de los terapeutas en casa cada día como desde hace 12 años estamos acostumbrados a recibir. Tampoco hubiésemos imaginado lo que lograría la Seño Juli. Imaginar a Nacho en una clase por videollamada representaba algo completamente impensado. Sin embargo, sucedió el Milagro. Y sin dudas es un milagro teniendo en cuenta que Nacho en todos estos años ha rechazado la tecnología en todos los sentidos. Todavía me parece estar viendo al último Smart Tv de 42 pulgadas que decidimos comprar después de tantos años de casados que sólo podíamos pagar en 18 cuotas, hecho trizas, cuando a penas habíamos pagado la cuarta cuota. Nacho rompió la pantalla. Y a la lista podríamos agregar todos los aparatos tecnológicos que queríamos tener. Ninguno salió sano de sus manos.  Fue así que aprendimos que las cosas materiales no son tan importantes.
El bendito año pandémico reforzó la premisa de que teniendo un encuadre claro y otorgando los espacios adecuados respetando las rutinas y las modalidades de aprendizaje que Nacho necesita él es capaz de hacer muchísimo. Solo 2 veces en el año se negó a hacer sus tareas y fue porque no estaba bien de salud. Es real también que la Seño Juli supo preparar clases mágicas, en dónde él podía participar activamente intercalando lo novedoso dentro de una estructura y un encuadre que le daba seguridad. Sin dudas cuando se habla de Discapacidad tiene que ver con las barreras que crea el entorno. Acá fuimos testigos que cuando creamos puentes, la discapacidad aunque siga estando,  no opera como factor dominante en el proceso de aprendizaje. Alfabetizar a un niño con Autismo "No verbal", como lo llaman, puede ser un desafío, pero es algo posible porque los canales de comprensión van por lugares muy diferentes a sus posibilidades de demostrar lo que sabe y entiende. Y creer en él, creer que él está atendiendo aunque su cuerpo muchas veces se lo impida y creer que está comprendiendo aunque no pueda mirar en el momento que nosotros esperamos que mire, es tender un puente de confianza para seguir avanzando e intentando. 
Pero es fundamental trabajar en equipo. Es real que solos en casa se hace todo bastante más difícil de sostener cada día. Es cierto que tuvimos días y días. Al menos, acá estamos, contando la historia. 
Nacho no pudo participar de todas las materias online, hicimos todas las tareas que humanamente nos fueron posibles, pero se que el esfuerzo de todos los profes fue inmenso.
Sus terapeutas supieron respetar todos nuestros tiempos y estar ahí en la medida justa para sostenernos.
El 2020 no fue un año perdido como muchos dicen, no fue nefasto, simplemente fue un año que nos interpeló a todos en nuestras prácticas sociales y nos forzó a llevar a otro plano lo que antes nos habilitaba el encuentro de nuestros cuerpos, a través de gestos y miradas, abrazos y sostén. Todo eso en el 2020 estuvo ausente, pero fuimos capaces de saldar la falta de alguna manera.
Fue durante este tiempo diferente que a través de las pantallas pudimos recrear lo humano, el vínculo y las infinitas estrategias que teníamos guardadas y que nunca habíamos necesitado poner en práctica.
Para Nacho fue provechoso de alguna manera en lo escolar, en otras aéreas quizás se desataron nuevos desafíos, pero en cada proceso fue fundamental sostener una actitud positiva. 

Sin dudas tenemos muchas más fuerzas de lo que pensamos. 

No todo es malo durante esta pandemia. Logramos dar grandes saltos que vamos a seguir profundizando y sosteniendo en este 2021. 
A veces parece que el cansancio nos quiere ganar, pero yo no dejo de enfocarme en lo positivo y parece que ahí encuentro la energía para seguir. Casi siempre siento que es insuficiente lo que hacemos por Nacho. Casi siempre me siento en falta por no poder atender a todas las aéreas que precisan estimulación, pero se que el esfuerzo que hacemos él lo recibe y cuando lo veo sonreír siento que todo vale la pena.
.
Seguiremos avanzando en esta Travesía  
.
.
Sabrina Isabel
Travesía Ukele 

Comentarios

Entradas populares